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Mostrando entradas de 2023

Antipatías literarias (recargadas) de Primo Levi

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Decíamos ayer que en Entrevistas y conversaciones , además de Borges, Levi no comulga con Proust, Musil, Kafka, Balzac y Dostoievski. Por lo tanto no los incluye en la antología La ricerca delle radici que le encarga Giulio Bollati (1924 – 1996), directivo y ensayista de la editorial Einaudi. A Proust lo encuentra aburrido, de Musil lo desconoce todo y Kafka le genera emociones “ambivalentes”. Por un lado reconoce que su obra es fundamental, pero por otro siente un rechazo que dice tener origen en el psicoanálisis. Traduce El proceso , libro que admira pero que lo apabulla y del que se debe defender por el miedo que le causa ya que le recuerda las penosas contingencias del periplo que lo condujo al lager . De Dostoievski lo aleja su manera cansina y confusa de escribir, aunque le otorga “lucidez introspectiva”. Sin embargo, si por él fuera reduciría sus voluminosos trabajos a una tercera parte. Para Balzac no tiene tiempo. Renuncia a él luego de leer dos de sus libros. Levi razona qu

La vaga antipatía de Primo Levi por Borges

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Hace poco hallé la traducción al castellano de unas entrevistas a Primo Levi (1919 – 1987) reunidas en un tomo titulado Entrevistas y conversaciones (1998). En una Levi habla de la antología La ricerca delle radici (1981), que preparó a pedido de la editorial Einaudi , donde el sobreviviente de Auschwitz elige sus lecturas favoritas para compartir con lectores y admiradores. La autoridad de Levi para preparar una antología literaria surge más que de las letras, de su supervivencia en los lagers nazis cuyo recuento descarnado describe en su famosa trilogía . Plantado en esa autoridad justifica ante el entrevistador las omisiones en su biblioteca ideal, entre ellas la de Borges. Levi confiesa que “lo conoce poco” y siente por él “una vaga antipatía” porque advierte algo que “le es extraño y lejano”. Parece extraño que una personalidad como Levi deseche así nomás a Borges. Ha de ser porque en los 80 todavía hay quienes lo objetan como persona, no así su obra. Lo “extraño y lejano” se

El encarcelamiento fundacional y perverso de Milagro Sala

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Ernesto Semán, a quien acaso interpretamos mal en Breve historia del antipopulismo examina el antipopulismo desde las mismas entrañas del antipopulismo. No sabemos si esto es un mérito o un defecto. Pero dejamos claro que la mayor parte de lo que estudia el libro no nos interpela de la misma manera. En algo que coincidimos es en estimar cómo racionaliza tanto el fenómeno Milagro Sala como su despiadado e injusto encarcelamiento (págs. 241 – 243). La líder jujeña, según Semán, es el nuevo “hecho maldito del país burgués” que sulfura el pensamiento liberal por encarnar “ el poder transformador de la acción colectiva ”. O de su mito. Sala representa al enemigo que sustituyó al sindicalismo masivo pero también es objeto de deseo de los liberales, que quisieran contar para su lado con alguien de semejante carisma. Su “arresto fundacional” insta a su carcelero, Gerardo Morales , a declarar que prefiere “ un tiro en la cabeza ” a liberarla, como le reclaman múltiples organizaciones de dere

Choripán

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Al promediar la lectura de Breve historia del antipopulismo (2021) de Ernesto Semán – un afanoso abordaje liberal de la historia argentina – me dan unas ganas tremebundas de mandarme un choripán. Sueño con comidas a la tardecita cuando la salud de los mayores pide, ruega, ordena abstinencia de sólidos; solo recomienda líquidos transparentes, desabridos. El otoño boreal tienta a comer lo que venga, sin embargo la memoria transporta el aroma del choripán desde miles de kilómetros de la entrada de una cancha, de un concierto al aire libre, de una manifestación. En realidad uno preferiría cien veces el choripán a lo que venga. Semán discute la expresión “ choriplanero ” – hijo del cabecita negra , nieto del compadrito y bisnieto del gaucho – en el penúltimo apartado, según la ven los cuadros de la nueva derecha. La obra describe más que se juzga y parece bien que así lo haga. La diferencia con las apreciaciones nacionales y populares es clara. Cuando se comprende lo que explicita Semán,

Sarlo

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 Hoy escuchábamos en vivo un programa en que un chico que sonaba joven e inexperto entrevistaba a Beatriz Sarlo. Siempre que esta intelectual fina y salada se presta a hablar, nuestras expectativas son altas. Es una mujer inteligente, culta, provocadora, como los grandes pensadores que ya no abundan. Sin embargo, su chispa e ironías, que cuando era profesora pugnaba porque no se le salieran de quicio, ahora se han transformado en cuchillas lacerantes que la tornan desagradable y ofensiva. Pasó con Rebord , el youtuber que a diferencia de periodistas zafios y con egos desencajados, no interfiere en los discursos de sus entrevistados, para beneficio del escucha. Fue de las peorcitas entrevistas de Rebord – no por su culpa – con excepción de la de Martín Lousteau . Tanto nos ha molestado la descortesía de Sarlo que a partir de este instante, aunque no le importe a nadie, ya no esperaremos con expectativas sus intervenciones. Por dos o tres brillos que le queden no merece la pena su arbi

El pícaro Bardone

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  Las mutaciones ideológicas de que hablamos en una nota previa descalabran a los que piensan que esos cambios estallan la pétrea noción de coherencia. La incongruencia abismal es lo que irrita, aunque la reacción depende del tipo de mutación y de la tribuna que la observe. Lo que hace, por ejemplo, el personaje Vittorio Bardone en la película de Roberto Rossellini (1906 – 1977), El general de la Rovere (1959), no puede resultar antipático para hueste alguna, a menos que se sea un simpatizante rabioso del nazismo. Bardone, interpretado por Vittorio De Sica (1901 – 1974), es un pícaro cuyas acciones medran a medio camino del colaboracionismo pleno en la parte de Italia ocupada por las fuerzas alemanas. El que hace de jerarca nazi del pueblo – el actor Hannes Messemer (1924 – 1991) – pesca al pícaro in fraganti en una de sus engañifas y lo persuade a que infiltre la resistencia partisana que se halla en prisión a cambio de salvar la vida y beneficios adicionales. El arquetipo histó

Chisgarabís

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Anatomía de un instante Javier Cercas Barcelona, Debolsillo (Penguin Random House Grupo Editorial), 462 págs. 2017 (1ra ed. 2009) Qué pensará hoy el mundo de Adolfo Suárez (1932 – 2014). Los que saben de él al oír su nombre completo pueden exclamar  aaah , sorprendidos y dudosos. Lo sugiere el narrador en las primeras líneas del “epílogo de una novela” – que hace de prólogo – cuando comenta haber leído que el veinticinco por ciento de los ingleses pensaba que  Winston Churchill  (1874 – 1965) era un personaje de ficción. Si es así con Churchill imagínense lo que será con Suárez, el eurocomunista  Santiago Carrillo  (1915 – 2012) o el general  Manuel Gutiérrez Mellado  (1912 – 1995), personas reales que Cercas torna personajes más interesantes en su no-ficción que en sus vidas públicas.  A  Tejero   (1932)  todavía lo detesto y ni Cercas me lo hace pasable . Los simples mortales tenemos de estos individuos los retratos que los medios decidieron otorgarnos, sus figuras públicas. Luego ap

Mutaciones

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Las mutaciones en posicionamientos en diferentes planos de la vida son frecuentes, siendo las de credos políticos las más aparatosas y las que producen en el público-niño las reacciones más viscerales. Decimos “mutación” porque “cambio” nos parece débil y no correspondería a la conmoción que estas metamorfosis todavía implican en ciertas almas sensibles. Cada lector tendrá su lista de acuerdo con su tiempo y situación. La conversión que mentamos es la de un filósofo que divagaba sobre problemas del marxismo, que estaba en sintonía con Galvano Della Volpe (1895 – 1968) y que culminó su periplo de pensador como consejero y diputado de Silvio Berlusconi. El hombre se llamaba Lucio Colletti (1924 – 2001). Lo traemos a cuento porque atesoramos en nuestra biblioteca una traducción de Francisco Fernández Buey de El marxismo y Hegel (1980, primera reimpresión) de la colección “teoría y praxis” de la editorial Grijalbo, antes de que la succionara Penguin Random House. El libro de Colletti se

Pedaleos en el aire

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  Otro artículo de El Dipló de septiembre , en este caso de Ariel Wilkis, intenta descifrar la razón del gran número de votos que obtuvo en las PASO el gran pelucón autoritario, a quien ya no quisiéramos nombrar nunca más, pero obvio, lo nombramos. Estos loables esfuerzos periodísticos logran que las mentes más lúcidas, afligidas frente a la posibilidad de una administración ultraderechista continúen con un extendido pedaleo en falso en busca y rebusca de cómo es que pasó esto. Aunque de improbable éxito como estrategia, las respuestas emocionales – primarias y catárticas – solo se divisan en las bases del campo popular. Ningún cuadro injuria o devuelve las descalificaciones en público. Las mentes claras desaconsejan devolverle en especie al pelucón sus frecuentes agravios. Tratan de entender, lo cual es meritorio, pero no parecen conducir a revertir resultados y si es posible que la respuesta emocional acabe igual, al menos se sentirá el alivio de una humilde expectoración o flatulenc

Sinceridades y cascotes

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  José Natanson ha sido uno de los críticos más sagaces para explicar el macrismo , antes y después de la victoria electoral en 2015. La militancia peronista quedó grogui, no atinaba y tardó bastante en recuperarse. Con las cosas que pasan, el director de El Dipló ensaya en su prestigioso medio una síntesis sobre el devenir fallido del gobierno de Macri: “ no fracasó por la radicalidad de sus reformas ni por el rechazo social que generaron (…) fue porque no logró controlar la inflación, bajar la pobreza o mantener a raya el dólar (tres cosas que en realidad son lo mismo) (…) la sociedad no es necesariamente hostil a los programas de ajuste: lo que pide es que la estabilización que prometen se concrete .” La sinceridad gélida de las controvertidas y a la vez atendibles formulaciones en esta cita renueva antipatías nacionales y populares a su autor, por decir lo mínimo. Irrita que desconsidere el peso de la resistencia del pueblo y también que piense que las reformas que intentaron los

A vuelo de pájaro

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  Página 12 publicó una entrevista de Silvina Freira a Marco Bechis por un libro, La soledad del subversivo , que trata según el artículo, sobre su relación con la guerrilla montonera, su secuestro en el Centro Clandestino de Detención (CCD) Club Atlético y otras experiencias acaecidas durante los inacabables setentas. *** Soy un sucker para este tipo de libros; pertenezco a una menguada audiencia cautiva que en el afán de fisgonear no discrimina entre buena, regular y mala escritura si de conflictos setentistas se trata. Por lo general me abstengo de la propaganda milica y negacionista. Por ahí se me escapan algunos fronterizos pero estos, más que propaganda se desenvuelven entre la híper crítica y la desembozada antipatía por las formaciones guerrilleras, que no es lo mismo. A los fronterizos, post lectura, los encuentro irritantes pero a veces perspicaces y al final de cuentas aportan a mi pinche intención de intentar abarcar todo lo que tenga que ver con la década del sete

Espantajos, al infierno (II)

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Por mi nota previa , un amigo de la adolescencia me preguntó embroncado sobre si yo quería que siguiera en el país todo como está. Se refería a los desastres que le endilgan al gobierno, con justicia en casi la totalidad de los reproches. Por supuesto que no deseo que la situación siga así. Pero sé que con Milei o Bullrich el país corre el riesgo de hundirse en una noche larga y no tengo dudas que los argentinos la pasarán aún peor con cualquiera de esos dos espantajos. Que los furiosos que los votaron no lo vean me parece infantil; inmoral que prefieran el posible retorno de la dictadura o de su retoño el menemismo. Por eso, sin pedir perdón a nadie vuelvo a decir con un poco más de calma que quienes votaron a Milei y Bullrich se parecen a ellos y ratifico lo que expresé antes . Vayan tranquilos nomás que no los voy a extrañar. Ya no digo más sobre esto y seguro que mis compañeros los populáricos me retrucarán que ni falta que hace. HD hugodemarinis@guardaconellibro.com Guarda

Espantajos e iracundos

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Son 11.138.818 de votos que no merecen el flaco perdón de Dios. Milei y Bullrich – engendro neoliberal de dos cabezas – no sienten empatía por nadie. Insultan a vulnerables, débiles y hambrientos; los culpan de los desastres que causan las corporaciones que Milei y Bullrich aspiran a representar. Invocan violencia en sus discursos, promueven la impiedad hacia los necesitados; saludan el egoísmo, la vindicta, la exclusión, la represión ilegal y la quita de conquistas logradas en arduas jornadas de lucha. Proponen engullirse instituciones y bienes nacionales que apenas sobreviven y funcionan pese a las intentonas corporativas de arrebatarlos. En síntesis, bregan por objetivos derechistas que rondan el mal absoluto . Por ello reciben el aplauso policlasista de más de once millones de almas. ¿Reflexiones para comprender cómo ha sucedido esto? Ninguna de nuestra parte; esos votantes se pueden ir al infierno junto a los que sufragantes de Trump, Bolsonaro y parecidos. Dejemos que otros inda

Loser

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  La narración en la nouvelle La última lectora (2021) de Raquel Robles , en sus divagues entre del libre fluir de la conciencia y el estilo indirecto libre se manda una definición que bien podría involucrar a un lector compulsivo y final , tema de esta obra y digna de antología: Ser un loser es la condición de la mirada crítica. El que pierde tiene la distancia para ver lo que los triunfadores no ven ( 82) . Una picardía – pero no tanto – que lo fragmentario de la novelita no elabore más el concepto que de todos modos logra la deseada corrosividad en su gracia sencilla. HD hugodemarinis@guardaconellibro.com Guarda con el Libro

Cómo que la literatura no sirve para nada

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  Los últimos tiempos han consensuado que la literatura para ser literatura no le debe nada a nadie. Qué compromisos ni compromisos. Anatomía de un instante es una pieza literaria y no se requiere de nuestra pinche aprobación para afirmarlo. No es lo mismo, sin embargo, que la literatura no le deba nada a nadie que hacer un texto que no sirva para nada. Vamos, que tampoco hay que sublimar “ la literatura de catacumbas ”, ¿acaso Flaubert dedicaba su vida a algo que le parecía inútil? (…) la literatura es extremadamente útil siempre y cuando no se proponga serlo. Si se propone serlo se convierte en propaganda, en pedagogía y deja de ser buena literatura y deja de ser útil . La forma y estilo de esta novela, con estandarización y todo, precisa de algún entrenamiento para aventurarse en su lectura. Cualquier lector distraído la encontraría intragable. La novela cuenta con el oficio autoral necesario y suficiente como para la producción de una obra relevante, informada y divertida. Sus o

J.G. Maestro no quiere tanto a Julio

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Hemos derrochado – o no del todo – alrededor de 43 minutos en un video de YouTube del profesor Jesús G. Maestro que titula su clase “¿Cuándo, cómo y por qué los cuentos de Cortázar han perdido actualidad e interés para la literatura?”. Nos picó la curiosidad porque hemos escuchado que a Julio Cortázar ya no se lo lee como antaño. Pero a Maestro, Jesús, que no piensa que “ lo que envejece y pierde vigencia queda más libre; lo que caduca y está ‘atrasado’ se vuelve artístico ”, se le ocurrió elegir para ejemplificar, Casa tomada , uno de los cuentos emblemáticos del autor. Justo (no decimos “justamente”; cometemos enálage profesor, como a menudo Cortázar) el que acaso perdió vigencia en el sitio donde da clases don Jesús pero que ha envejecido más o menos lozano (otra enálage, Maestro, perdone, pero no son de nuestro gusto los adverbios terminados en “mente” como enseña García Márquez) y hoy se lee bien o mal como cualquier relato célebre en cualquier parte del mundo. El cuento perten

“No aprendí nada nuevo”

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No me extenderé sobre por qué los del palo leen a Carlos Pagni. Hay bastante escrito y buena parte de eso es buena . Pero como le dijo Roberto “Manos de Piedra” Durán a Larry Merchant después del fallo por puntos en su contra en la pelea con Marvin “Marvelous” Hagler el 10 de noviembre de 1983 , “no aprendí nada nuevo” (de Hagler). Pagni es astuto. Lo demuestra en el reportaje con Jorge Fontevecchia en Perfil en el que insiste con buenos modos – y razones debatibles – que en la Argentina el reparto de la torta no alcanza para todos. Nada de celulares, plasmas o tanto Estado para los populáricos. Hay que desatar el nudo de la conurbanización del país o cortarlo. Larga argumentos si bien congruentes, sesgados por derecha. Agrada que parezca tomarse con soda opiniones discrepantes. No tiene tampoco problema con la cita de intelectuales de signo ideológico distinto del suyo, lo que resulta en uno de sus más provocadores atractivos. Si hay crítica a su método – nada grave – es que a menudo

El oficio del novelista y las estandarizaciones

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Cuando hablamos de estandarización de una propuesta literaria como hicimos en un posteo anterior – acerca de Cercas, Anatomía de un instante , etc. – nos referimos a premisas de la enunciación presentadas a manera de paradojas simples, tales como las de las preguntas siguientes: “¿Quién hubiera podido prever que el cambio de la dictadura a la democracia en España no lo urdirían los partidos democráticos, sino los falangistas y los comunistas, enemigos irreconciliables de la democracia y enemigos irreconciliables entre sí durante tres años de guerra y cuarenta de posguerra? ¿Quién hubiera pronosticado que el secretario general del partido comunista en el exilio se erigiría en el aliado político más fiel del último secretario general del Movimiento, el partido único fascista? ¿Quién hubiera podido imaginar que Santiago Carrillo acabaría convertido en un valedor sin condiciones de Adolfo Suárez y en uno de sus últimos amigos y confidentes? ...” (pág. 184) La narración “estandariza”

El amor por la escritura y la palabra

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Gonzalianas Horacio González (Comp. Mariano Molina) Buenos Aires, Colihue, 361 págs. 2021 Cómo se aprende cuando leemos cualquier libro en el que esté involucrado Horacio González. Para los que recuerdan su voz – para quienes todavía escuchan sus palabras, como la despedida de la Biblioteca Nacional – se trata de un expositor exquisito que casi habla como escribe. Un estilo escriturario florido y complicado que parece alterar significados de conceptos y términos que uno asume se usan de otra manera y con los que es un placer engancharse y disfrutarlos. *** Las “gonzalianas” – amables conversaciones compiladas con amigos, algunos jóvenes con inquietudes semejantes a las de González – son más ligeras que otros textos y discursos, nunca circunspectos del todo aunque sí más formales. Asoman aquí episodios mundanos y laterales a los grandes acontecimientos con los que las audiencias habituales del autor pueden no tener la familiaridad de muchas de sus amistades más cercanas. Pe

Contratapas que te bajan la moral

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Me aprestaba a comenzar la lectura de la novela – que la contratapa llama no-novela – Anatomía de un instante (2009) de Javier Cercas, con cierta reluctancia porque Cercas es un tipo que sabe pero se ha estandarizado en la línea comercial. Nada malo con hacer pasta. Escribe largo, últimamente de más, si bien con oficio. Alguien que lo conoce intima que hace esto porque Penguin Random House le exige por contrato que llegue a cierto número (alto) de páginas. Vaya a saber. Disfruté Soldados de Salamina (2001) y no tanto de El impostor (2014) que sí me hizo morir de risa. El hombre, simpático, se las apaña para entretener. Pobre decisión que el pulpo Random House le pidiera un par de líneas, también para la contratapa, al “ olfachón de la cultura ” (Horacio González dixit, en Gonzalianas [87], el antólogo Alberto Manguel, de fugaz paso por la dirección de la Biblioteca Nacional argentina. Ha de ser que entre entretenedores se entienden. Si Anatomía de un instante es “ una de las obras

Moby Dick y el último lector

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Andrés Barba es un escritor y traductor español radicado en la provincia argentina de Misiones. No sabíamos que existía pese a los considerables premios que ha ganado. Cuenta el hombre en un reportaje que mientras traducía Moby Dick “ tenía ” la “ poderosa sensación ” de que era uno de los últimos lectores de esa novela. Es que el mundo está tan cambiado que las novelas de Melville no parecen convocar interesados. Cualquiera que lee un clásico teme lo mismo. Pero tal vez sea pura idea causada por los rumbos reaccionarios a los que aspiran jóvenes y viejos fanáticos antisistema, mezquinos e ignorantes. El actual será un momento de transición, como lo ve Barba, pero de “ emocionante ” – como también dice – no tiene nada. Más bien pavoroso, si nuestros pálpitos apocalípticos tuviesen algún asidero. ALS albertouissacco@guardaconellibro.com