Choripán
Al promediar
la lectura de Breve historia del antipopulismo (2021) de Ernesto Semán –
un afanoso abordaje liberal de la historia argentina – me dan unas ganas tremebundas
de mandarme un choripán. Sueño con comidas a la tardecita cuando la salud de
los mayores pide, ruega, ordena abstinencia de sólidos; solo recomienda líquidos
transparentes, desabridos. El otoño boreal tienta a comer lo que venga, sin
embargo la memoria transporta el aroma del choripán desde miles de kilómetros de
la entrada de una cancha, de un concierto al aire libre, de una manifestación.
En realidad uno preferiría cien veces el choripán a lo que venga. Semán discute
la expresión “choriplanero”
– hijo del cabecita
negra, nieto del compadrito
y bisnieto del gaucho
– en el penúltimo apartado, según la ven los cuadros de la nueva derecha. La obra
describe más que se juzga y parece bien que así lo haga. La diferencia con las
apreciaciones nacionales y populares es clara. Cuando se comprende lo que explicita
Semán, uno se da cuenta que desvivirse por un choripán es más pregnante que
cualquier razón sobre la palabra valija “choriplanero”, que tiene dentro de sí mi
preciadísimo objeto de deseo.
HD (hugodemarinis@guardaconellibro.com)
https://www.guardaconellibro.ca/
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