Archivo mínimo hallado en Word en una computadora vieja a punto de descartarse (II)


 Vuelvo a pegar la cita de la entrevista a Jon Sobrino:

-            ¿Has pensado por qué no te han matado a ti?”  Y me salió una respuesta tomada casi de antiguas vidas de santos:

-            “Pues se ve que no soy digno”.

Decíamos que el ser digno de ser matado acaso revela la pulsión sacrificial del que lucha contra los males del mundo. También anuncia la humildad de quien declara, “(P)ues se ve que no soy digno”. No es gran misterio deducir quién “ve” que al que no se mata no se lo mata porque no hizo méritos suficientes. Jon Sobrino acepta humilde que la dignidad evaluada por el que lo mataría no es óptima, no alcanza para ser matado. Entonces, en lo que queda de la vida perdonada han de redoblarse los esfuerzos para la causa. La humildad de Sobrino extiende su alcance al rebajarse el valor de la vida propia respecto de los que sí fueron muertos, que eran mejores.

***

Habrá sido el asombro de la entrega del que pese a sus trabajos no alcanza para mártir lo que me impulsó guardar esta cita. Aunque estoy seguro de que no fue el caso y que por ahí nunca sabré bien por qué la guardé.

HD (hugodemarinis@guardaconellibro.com

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