Memoria caballar fallida
Hugo De Marinis Leía Tomar las armas (2016) de Horacio González, cuando de repente se me sacudió la lectura por la mención del narrador de la novela del caballo Pherénikos. No sabía de él – raro – así que verifiqué que, más o menos milenio y medio atrás, fue pingo famoso. Por esas asociaciones que uno atribuye a la distracción, me volé a un restaurante japonés de Toronto llamado Ramen Isshin al que hace poco visitamos con mi pareja invitados por un matrimonio joven y progresista oriundo de Estados Unidos. Nuestros amigos pertenecen a un grupo de especialistas en encontrar tesoros alimenticios a los que solo los iniciados tienen acceso. A estas personas en inglés se los llama “ foodies ” (¿amantes y exploradores de comidas y bebidas gourmet?). El menú de Ramen Isshin consistía en su totalidad en una variedad apreciable del humilde pero noble fideo. A mi compañera y a mí no nos apetece pedir fideos cuando salimos a restaurantes por más especialistas que estos sean. Además, en mi ca